
Freno a las células cancerosas: un nuevo enfoque
El cáncer sigue siendo un problema pendiente de solución. En las últimas décadas se ha avanzado considerablemente en el diagnóstico y en el tratamiento de las enfermedades oncológicas. La mortalidad por muchos tipos de cáncer ha disminuído drásticamente. Pero no hemos llegado al final. Sigue siendo necesaria la investigación para descubrir mejores tratamientos, técnicas de detección precoz y conseguir una prevención más eficaz. En este artículo comentaré un trabajo efectuado en la RUDN Univerity (Rusia) en el que los autores proponen un enfoque distinto para poner freno a las células cancerosas.
Cuál es la premisa
El estudio se basa en la manipulación de una parte del ADN: los telómeros. Los cromosomas tienen en cada extremo una cubierta que sirve para proteger su ADN. Estas cubiertas, formadas a su vez por una secuencia concreta de ADN, son las que se conocen con el nombre de telómeros. Una particularidad de los telómeros es que se acortan con cada división celular. En general, cuanto más vieja es la célula, más cortos son los telómeros. Y cuando llegan a ser extremadamente cortos, se pone en marcha un mecanismo específico que impide a la célula seguirse dividiendo. En este momento la célula se convierte en senescente, o bien muere a través el proceso llamado apoptosis.
Sin embargo, algunos típos de células, como las germinales, las células madre o los linfocitos, poseen una enzima llamada telomerasa, capaz de alargar los telómeros y, en consecuencia, mantener la capacidad de división celular. No es sorprendente que las células con mayor actividad de la telomerasa sean las células cancerosas. Esto explica que estas células sean prácticamente inmortales. Y que, como consecuencia, el cáncer prolifere sin parar.
Bien, pues resulta que un equipo de bioquímicos del RUDN ha descubierto que la actividad de la telomerasa puede reducirse utilizando unos oligonucleótidos específicos (los nucleótidos son pequeños fragmentos de ADN).
Primero hay que entender qué es el splicing de ARN
Todo tiene que ver con el proceso de fabricación de proteinas. Este proceso se inicia mediante una instrucción escrita en los genes. Los genes tienen unas zonas útiles para la producción de proteinas, llamadas exones, y otras zonas intercaladas, no útiles para este propósito, conocidas como intrones. Dicho de forma fácil, el proceso de splicing consiste en eliminar los intrones. Y el procedimiento vendría a ser el siguiente: El gen del ADN se copia en una secuencia de ARN. A continuación se produce el splicing que es la eliminación de los intrones. El producto final es el ARN maduro, que sirve de molde para la fabricación de proteinas.

1. ADN, 2. ARN antes del splicing, 3. ARN maduro —— Posible2006 [CC BY-SA 4.0], via Wikimedia Commons
Ahora ya podemos seguir
La cuestión es que los investigadores querían averiguar si los oligonucleótidos responsables del splicing podrían reducir la actividad de la telomerasa. Lo estudiaron en linfocitos T humanos. Y, afortunadamente, descubrieron una combinación de tres oligonucleótidos capaz de suprimir la telomerasa y reducir la capacidad de proliferación celular sin llegar a matar las células. El mecanismo consiste en inyectar los oligonucleótidos en los linfocitos T para provocar un splicing alternativo del ARN.
Curiosamente, cada uno de los oligonucleótidos por separado no tenían ningún efecto sobre la telomerasa. Pero la combinación de los tres, consiguió reducir la actividad hasta el 50% en las primeras 24 horas. Y bajó hasta el 10% en las siguientes 48 horas.
Según los investigadores, los oligonucleótidos pueden servir de base para investigar nuevos fármacos a fin de frenar la proliferación celular excesiva. En los casos de cáncer, en los que esta proliferación es manifiesta, ésta podría ser una nueva y buena estrategia, dicen los autores.
Referencia:
Zhdanov D, Plyasova A, Gladilina Y, et al. Inhibition of telomerase activity by splice-switching oligonucleotides targeting the mRNA of the telomerase catalytic subunit affects proliferation of human CD4+ T lymphocytes. Biochemical and Biophysical Research Communications, Vol. 509, Issue 3, Pgs. 790-796, 2019