Sistema inmunitario y senescencia celular

Inmunología

Sistema inmunitario y senescencia celular

Células de la sangre

Células de la sangre entre las que se aprecian leucocitos (flechas), integrantes del sistema inmunitario
Bruce Wetzel (photographer). Harry Schaefer (photographer) / Public domain

Que el sistema inmunitario es imprescindible no sólo para nuestra salud sino para nuestra supervivencia es algo innegable. Pero, según parece, el sistema inmunitario juega también un papel en el reciclaje de las células senescentes, las células “casi muertas”, que se acumulan a lo largo de los años y que son origen de inflamación, enfermedad y envejecimiento.

¿Repasamos las células senescentes?

Como he explicado en ocasiones anteriores, con las sucesivas divisiones celulares, las células envejecen y mueren en un proceso programado conocido como apoptosis. Sin embargo, llegadas a esta fase, algunas quedan en una especie de letargo en el que dejan de reproducirse, pero no mueren. Y, mientras tanto, producen determinadas sustancias con propiedades inflamatorias,que alteran y perjudican el entorno. Estas son las células senescentes. La diseminación de estas sustancias proinflamatorias (citoquinas, quimoquinas, proteasas y otras) ocasiona inflamación crónica a su alrededor, entorpece la regeneración de los tejidos y aumenta el riesgo de aparición de enfermedades relacionadas con el envejecimiento, entre ellas, diversos tipos de cáncer.

Sistema inmunitario y senescencia celular

No parece haber demasiadas dudas de que la eliminación de una parte de las células senescentes tiene un efecto frenador sobre el envejecimiento. O, incluso, rejuvenecedor. Y, una de las vías más prometedoras que se está explorando actualmente para eliminar las células senescentes es la de los fármacos senolíticos. Pero no es la única vía. Recientemente, se ha sugerido que el sistema inmunitario podría utilizarse para deshacerse de estas células.

De hecho, el sistema inmunitario actúa continuamente en nuestro organismo vigilando la posible presencia de patógenos, de células cancerosas o de otros elementos potencialmente perjudiciales. Y, si funciona adecuadamente, nos libra de ellos. Es probable que también ejerza su acción protectora frente a las células senescentes. Pero, lamentablemente, con los años el sistema inmunitario también se resiente y tiende a ser defectuoso en su función. Con la edad, nuestro sistema inmunitario no nos protege tan bien como cuando somos jóvenes. Es un proceso que se conoce con el nombre de inmunosenescencia. Y, aunque no sea el único responsable, contribuye a que se acumulen células senescentes a medida que acumulamos años.

La inflamación crónica que aparece con la edad —fenómeno conocido como inflammaging—, juega un papel fundamental en el deterioro de las células. El inflammaging aparece por diversos motivos, entre los que destacan el mal funcionamiento del sistema inmunitario, es decir, por la inmunosenescencia. Y la consecuencia es la acumulación de células senescentes y sus secuelas perjudiciales.

Así pues, parece bastante demostrada la relación entre el aumento del inflammaging, el declive del sistema inmunitario y la incapacidad para eliminar el exceso de células senescentes del organismo. Si se pudiera restaurar la función del sistema inmunitario, si pudiéramos rejuvenecerlo, seguramente tendríamos un buen método para eliminar las células senescentes.

Esta es la reflexión que llevan a cabo un grupo de científicos de distintas universidades norteamericanas, en el estudio que presento hoy.

Resumen del estudio

La senescencia celular es la detención irreversible de la proliferación celular, acompañada de unos fenómenos proinflamatorios, llamados SASP (Fenotipo secretor asociado a la senescencia, por sus siglas en inglés). Interrumpir la división celular es un fenómeno beneficioso porque limita la formación de células cancerosas. Sin embargo, la acumulación crónica del SASP, acaba teniendo efectos deletéreos, que contrarrestan el efecto protector que tendría en un principio. Por lo tanto, parece importante desarrollar estrategias que eliminen las células senescentes. Al menos, una parte de ellas. Algunos de los tratamientos existentes que se valen del sistema inmunitario para combatir el cáncer, podrían rediseñarse con objeto de alcanzar las células senescentes. Servirnos de la inmunoterapia podría ser útil para eliminar dichas células senescentes.

Conclusión

Un sistema inmunitario rejuvenecido tendría enormes ventajas sobre la salud: mejoraría nuestra defensa frente a patógenos, mantendría a raya la aparición de posibles células cancerosas y contribuiría a eliminar una fracción de las células senescentes.

Tratar de restaurar o mejorar el sistema inmunitario para eliminar células senescentes parece un enfoque adecuado, quizá más permanente que el uso de fármacos senolíticos que, probablemente, cuando estén disponibles, deberán utilizarse de forma repetida. De todos modos, cualquiera de las dos soluciones contribuirán a mejorar nuestra salud y frenarán la aparición de enfermedades propias del envejecimiento. Cabe esperar que la investigación siga por este camino y en un futuro no lejano dispongamos de opciones para contrarrestar la senescencia celular.

Referencia:

Kale A, Sharma A, Stolzing A, et al. Role of immune cells in the removal of deleterious senescent cells. Immun Ageing 17, 16 (2020). https://doi.org/10.1186/s12979-020-00187-9

 

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